Muchos países actualizan periódicamente sus leyes fundacionales. Pero, en Estados Unidos, la Constitución sólo se ha enmendado 27 veces en más de dos siglos, y sólo una vez desde 1971. Aunque la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en que la Constitución es esencial para proteger la libertad, existe un prolongado debate sobre cómo debe interpretarse y cómo deben introducirse los cambios.
Algunas personas creen que el documento debe interpretarse exactamente como está escrito y que sólo deben introducirse cambios mediante el proceso formal de enmienda. Otros sostienen que debe primar la intención de los Padres Fundadores y que nuestra lectura del documento puede y debe cambiar para reflejar las nuevas tecnologías y la evolución de las normas sociales.
Charles Zug, profesor adjunto de Ciencias Políticas y Democracia Constitucional en la Universidad de Michigan, analiza los distintos puntos de vista. También analiza cómo los tribunales han interpretado la Constitución a lo largo de los años y por qué el proceso de enmienda se ha vuelto cada vez más difícil.
Zug, doctor en Gobierno por la Universidad de Texas en Austin, es autor de dos libros, Demagogues in AmericanPolitics y Dwight D. Eisenhower and the Federal Highway Act. Su tercer libro, The Mythology of American Federalism, está bajo contrato con Oxford University Press. También es coeditor de un libro sobre la separación de poderes, contratado por la University of Pennsylvania Press.
Este programa se realiza en conmemoración de la Semana de la Constitución, que se celebra anualmente del 17 al 23 de septiembre. Copresentado por el Instituto Kinder sobre Democracia Constitucional.