La baterista ganadora del premio GRAMMY®, productora, educadora, activista, NEA Jazz Master y galardonada con el premio Doris Duke 2019, Terri Lyne Carrington debuta con su nueva banda Social Science, para enfrentarse con valentía a temas de justicia social con el ecléctico álbum doble colaborativo Waiting Game, en Motéma Music.
Galvanizados por los cambios sísmicos en el siempre cambiante panorama social y político, Terri Lyne Carrington y Social Science se enfrentan a un amplio espectro de cuestiones de justicia social. El asombroso debut en doble disco de la banda, Waiting Game, se sitúa inmediatamente en el conmovedor linaje de la música activista y políticamente consciente, expresando una visión inquebrantable, inclusiva y compasiva de las rupturas y vínculos de la humanidad a través de un programa expansivo que fusiona jazz, R&B, indie rock, improvisación contemporánea y hip-hop.
Publicado por Motéma Music, Waiting Game es tan sugerente y artísticamente evocador como musicalmente estimulante. Producido por Carrington y construido en torno a su amistad y colaboración con los coproductores, el pianista Aaron Parks y el guitarrista Matthew Stevens, y los miembros adicionales de la banda Morgan Guerin (bajo y saxo), Debo Ray (voz) y Kassa Overall (MC/DJ), el álbum presenta un conjunto diverso que abarca múltiples generaciones, identidades raciales, étnicas, sexuales y de género. La banda afirma: "Junto con un mensaje de vigilia, inclusión e incumplimiento, hemos reunido nuestras influencias musicales para ofrecer una alternativa ecléctica a la corriente dominante. La música trasciende, rompe barreras, nos fortalece y cura viejas heridas. La música es ciencia social".
El DISCO 1, de carácter vocal, presenta a la banda junto a un potente elenco de invitados: MC's Rapsody, Maimouna Youssef (alias Mumu Fresh), Kokayi y Raydar Ellis; el vocalista Mark Kibble (Take 6); el trompetista Nicholas Payton; y los artistas de la palabra hablada Malcolm Jamal-Warner y Meshell Ndegeocello. Las palabras de resistencia se extraen de grabaciones de Marilyn Buck, Angela Davis, Leonard Peltier, Assata Shakur y Laura Whitehorn, así como de una contribución especial, recién grabada, de Mumia Abu Jamal de "In Prison Nation Radio"."
En el DISCO 2, puramente instrumental, hay una impresionante suite improvisada de 42 minutos titulada "Dreams and Desperate Measures", compuesta por Carrington, Parks, Stevens y la bajista Esperanza Spalding, compañera de Carrington desde hace mucho tiempo. Con orquestación adicional de Edmar Colón, la suite presenta una excursión aventurera que reflexiona sobre la idea de la libertad, tanto personal como musical.
Mientras Social Science se encontraba en sus primeras etapas, Carrington también fundó el Instituto de Jazz y Justicia de Género en el Berklee College of Music de Boston, donde ocupa la cátedra Zildjian de Interpretación. Ambos proyectos apuntan al impulso de Carrington de combinar su pasión musical con su profunda consideración por la humanidad, inflamada por la división cultural sacada a la luz por las elecciones presidenciales de 2016. "Creo que la sociedad en general está despertando", afirma. "Siento una llamada en mi vida para fusionar mi arte con cualquier forma de activismo en la que pueda participar".
Waiting Game no es la primera vez que Carrington aborda sus preocupaciones por la sociedad, aunque sí la más directa e impactante. En su disco de 2013 Money Jungle: Provocative in Blue (ganador del GRAMMY al Mejor Álbum Instrumental de Jazz), ofreció una reimaginación del siglo XXI del clásico de Ellington-Mingus-Roach con una mirada mordaz sobre el capitalismo tardío. Su anterior y primer álbum ganador de un GRAMMY, The Mosaic Project (2012), dejaba hablar por sí mismo a su conjunto femenino de estrellas, aunque su argumento a favor de la igualdad de género en el jazz sonaba alto y claro.
En aquel momento, Carrington prefirió centrarse en la música de The Mosaic Project más que en el género de sus músicos, aunque su forma de pensar ha cambiado en los últimos años. "Durante mucho tiempo, las mujeres del jazz no se interesaron por el tema porque muchas de nosotras estábamos implicadas y en cierto modo invertidas en este sistema patriarcal que ha controlado el jazz durante tanto tiempo", explica. "La cultura nos empujaba a querer ser consideradas como uno de los chicos. Llegó un punto de inflexión en el que me di cuenta de que lo habíamos entendido todo al revés. Tenemos que ser auténticas tocando esta música, y eso hay que aceptarlo y fomentarlo. Las mismas oportunidades que ayudan a desarrollar a los jóvenes músicos masculinos deben existir para desarrollar a las jóvenes músicas, y tradicionalmente no ha sido así, sobre todo en las primeras etapas de desarrollo".
Carrington cita como una de sus inspiraciones para el cambio de enfoque el Black Youth Project 100 (BYP100), la organización juvenil afroamericana fundada por las activistas Charlene Carruthers y la Dra. Cathy Cohen a raíz de la absolución de George Zimmerman por el asesinato de Trayvon Martin. El trabajo de la organización ayudó a Carrington a integrar más plenamente su identidad personal en su vida musical.
"Me he dado cuenta de que en este momento de mi vida las líneas entre mi política y mi vida personal se han difuminado", afirma. "El BYP100 es un lugar de encuentro político para anticapitalistas, feministas negras radicales, abolicionistas, artistas, educadores y muchos otros tipos de luchadores por la libertad. Me ha ayudado a ver el valor de la idea de la liberación colectiva, que es realmente el mensaje central de Waiting Game. Aspiro a ver el mundo a través de una lente negra, queer y feminista, y quiero animar a los demás a que lo hagan también, porque nadie está liberado hasta que todos lo están".
"Para empoderar a la generación actual de mujeres y niñas -reflexiona Matthew Stevens-, también debemos implicar a los hombres y a los niños. La igualdad de género nunca debe venderse como un juego de suma cero, sino más bien (como ha demostrado repetidamente la investigación al estudiar los condados con mayores índices de igualdad de género) como algo que redunda en beneficio de todos". Para los hombres blancos", añade, "el lujo inconsciente de no ser conscientes de nosotros mismos -de nuestro género, raza y privilegios- es, de hecho, destructivo y no puede seguir sin examinarse si queremos una sociedad más igualitaria"."
Los temas tratados en Waiting Game abarcan toda la gama de preocupaciones sociales: la encarcelación masiva ("Trapped in the American Dream", con el audaz rap de Kassa Overall); la brutalidad policial ("Bells [Ring Loudly]), entonada por el actor Malcolm-Jamal Warner); la homofobia ("Pray The Gay Away", con la apasionada trompa de Nicholas Payton); el genocidio de los indígenas estadounidenses ("Purple Mountains", con Kokayi); el encarcelamiento político ("No Justice [for political prisoners])", con el recitado de Meshell Ndegeocello en honor de voces icónicas de la resistencia, y la igualdad de género (expresada en los poderosos mensajes de "The Anthem", con Rapsody, y "If Not Now", con Maimouna Youssef).
"Queda muchísimo trabajo por hacer si queremos que este país esté realmente a la altura de sus aspiraciones, aún no realizadas, de verdadera libertad e igualdad", añade Aaron Parks. "Los activistas y organizadores llevan mucho tiempo haciendo el trabajo pesado, y son absolutamente cruciales, pero todo el mundo tiene un papel importante que desempeñar en este proceso. Como miembro de Ciencias Sociales, mi objetivo es escuchar, aprender y amplificar las voces de quienes con demasiada frecuencia han sido marginados y no han sido escuchados. Ayudar a compartir estas historias, estas canciones de indignación, de esperanza, de desesperación, de curación, de amor".
Desde el punto de vista sonoro, Waiting Game es un vivo reflejo de los amplios horizontes de los gustos musicales de la banda, embellecidos y amplificados por su receptividad a la colaboración dinámica. En lo que respecta a Carrington, la mezcla de géneros de esta salida es más deslumbrante y expansiva que todo lo que ha hecho en el pasado; lo más impresionante de Waiting Game es la forma en que permite que la conciencia social de Carrington se ponga a la altura de su virtuosismo musical.
"En proyectos anteriores he insinuado mi preocupación por la sociedad y la comunidad en la que vivo", dice Carrington. "Pero todo ha ido apuntando en esta dirección. En algún momento tienes que averiguar cuál es tu propósito en la vida. Hay muchos bateristas considerados 'grandes'. Para mí, eso no es tan importante como el legado que dejas".
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