En la noche del 22 de mayo de 1962, un vuelo rutinario del aeropuerto O'Hare de Chicago a Kansas City se convirtió en trágico después de que el radar perdiera repentinamente el contacto con el vuelo 11 de Continental Airlines cerca de la frontera entre Iowa y Missouri. Los residentes habían informado de haber oído un fuerte estruendo en el cielo. Poco después, se encontraron restos del avión esparcidos por los campos entre Centerville (Iowa) y Unionville (Misuri).
En total, ocho miembros de la tripulación y 37 pasajeros -muchos del área de Kansas City- perdieron la vida en uno de los accidentes aéreos más mortíferos de la historia de Estados Unidos. En un debate sobre su nuevo libro Disaster at 39,000 Feet: How Small-Town America Came Together at a Time of Crisis, la autora Enfys McMurry detalla los esfuerzos de búsqueda y rescate de los primeros intervinientes, funcionarios de aviación y ciudadanos voluntarios, y la posterior investigación sobre la causa del accidente, que apuntó a un atentado suicida perpetrado por un pasajero trastornado. La autora relata de primera mano cómo las comunidades rurales del corazón de Estados Unidos se unieron para ayudar mientras se desarrollaban los terribles acontecimientos, y cómo la tragedia les ha afectado hasta el día de hoy.
McMurry es natural de Gales y ciudadana estadounidense desde hace 34 años. Enseñó inglés en el Indian Hills Community College, en el campus de Centerville, durante 23 años y ha publicado tres libros y múltiples artículos en Estados Unidos y el Reino Unido.