Uno de los mayores problemas medioambientales de la actualidad es cómo frenar la invasión de las tierras de cultivo en los hábitats naturales.
La agricultura influye considerablemente en el cambio climático, más que el transporte o la industria y casi tanto como la electricidad. Para satisfacer la demanda de alimentos de la población mundial en 2050, los científicos calculan que se necesitarán tierras actualmente sin explotar, aproximadamente del doble del tamaño de la India, para producir un 50% más de calorías. Esto destruiría vastas zonas de bosques y humedales del planeta y aumentaría las emisiones de carbono.
En su último libro, Nos estamos comiendo la Tierra: The Race to Fix Our Food System and Save Our Climate, Michael Grunwald analiza cómo ignorar la crisis climática en el centro de nuestros platos no ha hecho sino empeorarla. En conversación con el periodista de investigación Christopher Leonard, autor de tres libros, entre ellos The Meat Racket: The Secret Takeover of America's Food Business, Grunwald comparte las soluciones que están estudiando científicos y empresarios, desde un árbol milagroso llamado pongamia hasta Impossible Whoppers.
Grunwald, autor de los bestsellers The Swamp y The New New Deal, ha sido redactor de The Washington Post, Time y POLITICO, y ha recibido varios premios, entre ellos el George Polk Award de reportaje nacional.