La normativa urbanística a menudo encarece, cuando no imposibilita, la construcción de viviendas, sobre todo las de iniciación. 

Por ejemplo, la mayoría de las casas nuevas tienen tres dormitorios, algo que muchas familias no necesitan. También hay restricciones en cuanto al tamaño de las parcelas y las opciones de viviendas unifamiliares adosadas. Y los requisitos de financiación suelen agravar la brecha entre oferta y demanda. 

Como parte de la serie Making a Great City de la Biblioteca, Allison Thurmond Quinlan, arquitecta y defensora del desarrollo del relleno, hablará de cómo las ciudades pueden impulsar la vivienda asequible eliminando algunas de estas barreras. También compartirá algunas de las viviendas unifamiliares y plurifamiliares que su empresa ha construido como ejemplos de lo que es posible cuando se eliminan estas barreras. 

En 2015, Quinlan fundó Flintlock LAB, una consultora multidisciplinar con sede en Fayetteville (Arkansas) que se centra en la construcción de lugares entrañables que sean sostenibles desde el punto de vista social, medioambiental y económico. Su experiencia política incluye el cargo de comisionada de planificación y miembro de la junta de apelaciones de construcción.  

El trabajo de Quinlan ha sido premiado por el Congreso de Nuevo Urbanismo, la Sociedad Americana de Arquitectos Paisajistas, el Instituto Americano de Arquitectos, Architizer y la Asociación Americana de Planificación.