El dibujo es mi base artística.
Es el instrumento principal de la orquesta de mi práctica artística.
Desde la infancia, el dibujo ha sido mi lugar de paz y el epicentro de mi construcción del mundo.
El dibujo me enseña a ver, al tiempo que calibra mi ojo interior, mi mano, mi corazón y mis ojos exteriores.

Dibujando es donde recuerdo haberme sentido totalmente libre por primera vez.
Es donde conseguía validación de niño. Yo era una niña callada y reservada. Dentro de ese silencio había un reino floreciente de abstracción, figuración etérea, una potente realidad de forma, color y comprensión.

El dibujo es mi espejo.
Me ayuda a verme y entenderme. Al igual que la calistenia, siempre me acompaña. Siempre puedo practicar mi ojo observador y mi percepción imaginativa, incluso sin registro en papel.

Dibujar es mi forma de navegar por la realidad y una de las herramientas que utilizo para manifestar realidades futuras.
Pienso que dibujar es como rezar. Es un acto de gratitud. Es un espacio en el que me encojo y me expando simultáneamente, mientras el tiempo se funde y el universo imita mi movimiento.

-Basil Kincaid

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Horario del museo
ENTRADA GRATUITA
Martes, viernes y sábados: de 10.00 a 17.00 h.
Miércoles y jueves: de 10.00 a 20.00 h.
Domingos: de 12.00 a 17.00 h.
Lunes y festivos del JCCC: Cerrado